11 noviembre, 2011

Una opinión sobre..."Grease, el musical"

Buenas felichianos!

El pasado día 5 de Noviembre fui a ver "Grease: el musical" al "teatro", por llamarlo de alguna manera, que se ha montado en la cúpula del centro comercial "Las Arenas" de Barcelona. Pues bien, la experiencia fue agridulce y me apetecía compartirla con vosotros. Vamos por partes:

EL MUSICAL: Bueno. Fiel a la película, tiene un buen ritmo y, quitando la parte intermedia donde el ritmo baja demasiado y te obliga a mirar el reloj, se hace amena, divertida, genial. Muy recomendable.

LOS ACTORES/CANTANTES: lo siento pero el casting es, por lo menos, dudoso. En este aspecto prefiero ser políticamente correcto...quien quiera detalles, que me pregunte personalmente...

LA BANDA DE MÚSICA: Hay dos formaciones que se alternan según el día. Nos tocó la formación que dirije Manu Guix. En dos palabras: IM-PRESIONANTE, aunque sorprendentemente no sabes que estás escuchando música en directo hasta muy avanzado el musical. Es una lástima, porque durante más de medio musical te da la sensación de escuchar música enlatada. La banda que toca es simplemente brutal, y de ahí que no sepas distinguir si lo que oyes es un disco o es música en directo. Un poco de imperfección daría más naturalidad al espectáculo.

EL LUGAR: VERGONZOSO, PENOSO, LAMENTABLE.
Empecemos por el acceso al mismo: intentar meter a 1800 personas por una ÚNICA escalera mecánica de un metro de ancho es todo un logro del diseño de acceso a espacios públicos. Pero espera, que ahora viene lo mejor. El acceso al "teatro" es desde la terraza exterior, muy bonita cuando hace buen tiempo, pero alguien no pensó que si llueve, te mojas. Efectivamente, el 5 de Noviembre llovió. Era cómico ver a la gente amontonándose, al salir de la escalera mecánica, en acceso de la terraza, parándose para abrir su paraguas y poder recorrer los 10 metros que te separan de la entrada del "teatro" sin mojarse...ESPERPÉNTICO.

Bueno, una vez superadas las pruebas de Indiana Jones para llegar al teatro, entramos.

La cúpula de las arenas es lo más parecido a una carpa de circo ambulante. Espacio de enormes proporciones, tan grande como frío, y digo frío  en sentido figurado, porque el atuendo ideal para estar en semejante hawaiano clima habría sido bañador y una camiseta de flores de manga corta. Lamentable que durante el espectáculo haya un puesto de coca-cola y palomitas iluminado que imposibilita de todas todas que te metas en la obra que estás viendo. Parece que hayas ido a ver un partido de baloncesto de la NBA. Los asientos eran más o menos cómodos, por lo menos...

El hecho de que se escuchara el ruido de la lluvia durante la actuación, al golpear sobre el techo de la cúpula, creo que no merece otro calificativo más apropiado que el de PENOSO.

Ahora bien, EL SONIDO. Yo me pregunto: ¿¿¿¿¿¿cómo puede ser que en pleno siglo dieci...veintiuno, haya sonido envolvente en todas las salas de cine, teatros, y hasta en casa de mi abuela, pero NO EN UN MUSICAL!?????? Increíble. Además de dificultar todavía más la posibilidad de dejarte envolver por el espectáculo, es que durante los primeros 20 minutos el volumen estaba BAJO y no se entendía a los cantantes. El problema se fue solucionando poco a poco al ir subiendo el volumen general, pero sin llegar a resultados espectaculares.

Descanso. Hombre, se agradece que haya un descansito para estirar las piernas, ir al lavabo y....sobre todo....para CONSUMIR y que el negocio salga más rentable, pero creo que 20 minutos de descanso es algo excesivo. Se ve demasiado el ansia por llenar las arcas en la zona de bebidas.

Bueno, para la salida, entre lluvia, paraguas, escaleres mecánicas, etc., os podéis imaginar el show.

Mi conclusión: id a ver el musical, si podéis, en buena compañía como hice yo, que eso arregla todos los males, pero mejor si esperáis a que lo hagan en un teatro de verdad.

Be felichiano, my friend,

Txus

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