No hay manera mas acertada de desincentivar la lectura que un libro de bolsillo. Este formato de libro es como hacer un viaje de avión en clase turista en asiento de en medio con el vecino del asiento de atrás clavándote las rodillas en la espalda, mientras el de la derecha ronca como un cerdo y el de la izquierda te pone el codo en las costillas.
Ya se que suena exagerado pero es que me parece una barbaridad al igual que las medidas de los asientos en los aviones (pero eso es otro tema). Cuando ves una novela al estilo “ Crimen y Castigo” en formato de bolsillo se te quitan las ganas de leer ipsofacto.
Lo primero es el efecto “ apilamiento” que sufren las letras y que dificultan la lectura. A esto hay que sumar el grosor del papel que en ocasiones es tan fino que se intuye el texto de la otra cara de la pagina y para rematar la encuadernación es tan simple que no permite mucha manipulación.
Mi propuesta es que haya libros de tapa dura y con todo tipo de detalles y un libro de idéntico tamaño de letra y de pagina pero sin ninguna ornamentación para que no se incrementaran los costes. En la portada solo el nombre, el autor y la editorial (sin ningun tipo de ornamentación)
Por el fin de los libros de bolsillo...
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